Galletas Mii

Como todos los septiembres, en casa tenemos dos fechas señaladas: San Miguel, el día 29, y el cumpleaños de Alejandro el día 30. Y como todos los años, hoy ellos llevan galletas al colegio para celebrarlo y repartirlas entre sus amigos.

Hacer unas galletas para niños es fácil: les puedes hacer unas letras si están aprendiendo a leer, unos personajes de sus dibujos favoritos o de su videojuego preferido. En mi casa todo lo que sea de Super Mario tiene el éxito asegurado, pero ya para el santo de Alfonso había hecho las galletas de Super Mario, y quería hacer algo nuevo.

La otra opción que barajé fue hacer algo de pokemon o skylanders, que también les gusta. Pero viendo esas criaturas, lo mejor es cambiar el chip y poner en funcionamiento la neurona hasta que, normalmente una de las noches en las que no puedes conciliar el sueño pensando precisamente en las benditas galletas, se enciende la bombilla.
Exactamente eso ocurrió cuando se me ocurrió hacerles unas de ellos mismos, en versión Wii. Como durante la planificación mental me salen las galletas como churros, pensé que además les iba a hacer un mando, así quedaría el conjunto mucho más chulo. Ya podía dormir 🙂

Así que me puse manos a la obra, y después de amasar, cortar a mano y hornear 120 galletas, comencé con la decoración.

Comencé con los miis. Hice la base de la cara junto con el pelo, los ojos y las gafas:

Y después brazos, manos, tronco, piernas y pies, dejando que se secase cada capa antes de añadir la siguiente:

Los botones de los mandos son de fondant. Había que hacer una cruz, un botón grande, dos medianos y tres pequeños por cada uno. Multiplicando, más de 400 botoncitos!!! Suerte que Alejandro me ayudó y Miguel me fue dejando limpia la mesa de trocitos blancos que sobraban… 😉

En primer lugar se echa la base blanca que hace el mando. Sin dejar que se seque, se van poniendo los botones en su sitio. El del centro de la fila de tres es el boton «Home», y va un poco más hundido. Luego una vez seca esta glasa, se completa con más, simulando la funda del mando, y se decoran los botones con un rotulador de tinta comestible.

Es muy normal que durante el proceso de la decoración, alguna galleta caiga sobre otra, o por ejemplo que un mal movimiento de la manga te estropee un ojo (el del Mii, digo). Por eso siempre suelo hacer galletas de más. Y menos mal. Porque de pronto me entero que hay niños nuevos en las clases de mis hijos. Se ve que con la historia de la subida de la ratio ahora son más en clase. Por suerte tenía suficiente con las que había horneado, pero eso me supuso un estrés extra, porque no me podía permitir el lujo de estropear ninguna, o tendría que empezar de nuevo con la harina y compañía…

Para los paquetillos le pedí a Alfonso (¡gracias!) que me hiciera un diseño de la etiqueta, él que tiene mucha mano con ésto. Mirad qué chulas:

Y con las galletas envueltas quedan genial!! Aproveché para poner una reglalleta de cinco centímetros entre los miis, para que se apreciara su tamaño y el de los mandos

Qué alegría verlas todas ya empaquetadas!!!

Y finalmente para transportarlas hoy hasta el colegio, forré unas cajas como si fuesen unas wiis, todo muy Nintendo 😉

Espero que todos los compañeros de mis hijos y sus profes disfruten de las galletas.

Felicidades a Miguel y a Alejandro!!! 😀

Y…aún quedan plazas para el curso de galletas decoradas del próximo día 7 de octubre, ¡¡animaos a venir!! 😀

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